MALDITA TRANSPARENCIA | TELEDIEZ

EN LA U.I.P. NO QUIEREN SABER NADA CON  LA DECLARACIÓN JURADA DE BIENES

MALDITA TRANSPARENCIA

Los más alterados eran Gustavo Volpe, Marcos Riquelme y Jorge Pappalardo. Todos altos exponentes de la Unión Industrial Paraguaya. La plana mayor de la industria nacional, empezando por Volpe, el presidente de la UIP.

No era para menos. Están en juego millonarias licitaciones a las que son concurrentes frecuentes los grandes proveedores del Estado.

Un botón de muestra. Meses atrás el diario 5 Días publicaba en tapa una foto de Pappalardo y un título llamativo: “El gran proveedor”. Y aludía a una cifra nada despreciable: 63 mil millones de guaraníes. Pero la publicación no refería ninguna ilegalidad.

Tampoco la airada reacción de los industriales respondía a nada por el estilo. La incomodidad venía por otro lado: El requisito de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) para que los proveedores del Estado presenten su Declaración Jurada de Bienes para participar de las licitaciones.

Independientemente de que el objetivo sea parte de un plan de transparencia administrativa, los proveedores de la UIP no son funcionarios públicos como para verse obligados a ajustarse a un requisito solo obligatorio para los que trabajan para el Estado.

Y ardió Troya. Y yendo a la misma lógica de los funcionarios públicos, lo incómodo no son necesariamente los bienes que se declaran, sino el origen de esos bienes. Y este temor parece haberse extendido a algunos zares de la industria nacional.

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