La sombra de Pinochet y la CIA

Publicado por: Rodrigo

03/02/2021 06:11 AM

Adriana Rivas, represora del pinochetismo sería extraditada de Australia a Chile.

AUSTRALIA EXTRADITARÁ A EX REPRESORA CHILENA

La sombra de Pinochet y la CIA

Una extradición en curso de Australia hacia Chile tal vez explique varias historias que empiezan con el golpe de 1973 que derrocó a Salvador Allende. El caso de Adriana Rivas, ex represora de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) en tiempos de Pinochet, es parte de una trama que lleva casi 48 años de impunidad.

Una saga de agentes secretos, torturadores y sus víctimas que transcurre entre dos países. La mujer está detenida en Sydney desde febrero de 2019 y el próximo 6 de abril será la audiencia final donde se resolverá su entrega al gobierno chileno.

Cuando se produjo el bombardeo a La Moneda que terminó con la vida del ex presidente Allende, hubo una curiosa presencia en Santiago. La ASIS – el servicio de inteligencia australiano en el exterior- cooperó para derribar al gobierno socialista chileno. El dato fue confirmado por el ex primer ministro de ese país, Gough Whitlam, destituido de manera incruenta en 1975 con la ayuda de la CIA y agentes del MS 16 británico.

Pero ella no es la única que se fugó hacia Oceanía. Habría unos 400 ex miembros del aparato represivo de la dictadura trasandina que hicieron lo mismo.

El pedido de extradición contra la ex integrante de la DINA que comandaba el general Manuel Contreras –sentenciado a 529 años de prisión por crímenes de lesa humanidad – está motivado en la desaparición de un grupo de militantes del Partido Comunista chileno.

Rivas está detenida hace dos años aunque otros agentes como ella siguen en libertad. El sitio chileno Crónica Digital publicó el 30 de octubre de 2020 la historia de su extradición donde señala que “en los últimos seis años del pasado siglo entraron a territorio australiano con visado permanente más de 400 exagentes de la DINA y la Central Nacional de Informaciones (CNI)”.

Lo cierto es que el caso de Adriana Rivas expone la complicidad entre los servicios de inteligencia de ambos países y la CIA en el golpe contra Allende.